sábado, 7 de marzo de 2015

El nacimiento de un nuevo Priorat. La Sierra de Gredos



    La nueva juventud de la Sierra de Gredos, comenzó en 1999 con el proyecto Pegaso de Telmo Rodríguez y el piloto de rallies Carlos Sainz, en Cebreros (Ávila). Les siguió en 2004 las bodegas Canopy y Jiménez-Landi en El Real de San Vicente (Toledo). En 2005 Daniel Ramos inicia su actividad en Cebreros y en 2007 Bernabeleva en San Martín de Valdeiglesias (Madrid), además de la llegada al Valle del Reventón de Raúl Pérez de la mano de Daniel G. Jiménez-Landi. En 2008 arranca Marañones, también en San Martín. Mas tarde se formó el grupo Comando G formado por Marc Isart, Fernando García y Daniel Gómez en Rozas de Puerto Real (Madrid). En el 2010 aparece Quim Vila aliándose con el grupo Comando G dentro de su proyecto Uvas Felices en la creación de dos vinos tintos. A día de hoy, siguen apareciendo en este enclave nuevos proyectos de personas muy vinculadas al mundo del vino, sin embargo, no se vive de
momento, la fiebre que surgió en el despertar del Priorat. ¿Hasta cuando?

Desmontando la Sierra de Gredos

    La Sierra de Gredos es una de las sierras más extensas del Sistema Central, basculando entre tres fronteras políticas: en el norte de Toledo, en el sur de Ávila y en el oeste de Madrid.

    Debido a su situación, los vinos se pueden acoger a la denominaciones de origen de Méntrida (Toledo), o de Madrid (Madrid) o a Vinos de la Tierra de Castilla y León (vivos procedentes de la provincia de Ávila). Sin embargo, los vinos producidos en las anteriores regiones, no tienen la misma identidad que pueden reflejar las garnachas producidas en la Sierra de Gredos y por lo tanto, se deberían identificar por separado. Esta es la reivindicación de la asociación “Garnachas de Gredos”, y su propuesta de reconocer esa personalidad con una Denominación de Origen propia.

    Esta asociación está formada por la mayoría de los viticultores y bodegueros de la zona, con la noble idea de promover y defender la identidad de la región y sus particularidades de suelo, clima y variedades autóctonas.

    Para conocer las diferentes zonas de Gredos, lo miraremos desde la perspectiva de uno de los miembros de la asociación, Daniel G. Jiménez-Landi. Según su argumentario, existen tres zonas vinícolas en Gredos, y se deberían dividir en:

    Por un lado, la cuenca del río Alberche (Valle del Alto Alberche) y el pantano del Burguillo, en la provincia de Ávila. Es la zona más al norte, la más alta y la más fría, con influencias atlánticas y clima continental de alta montaña. El ciclo de la vid es más largo que en otros valles, ofreciendo maduraciones más completas. Las temperaturas medias son más bajas y la vendimia más tardía adentrándose en el mes de octubre. Aquí se encuentran las viñas viejas más altas de Gredos llegando hasta los 1.200 metros de altitud.
Pueblos: Navaluenga, Burgohondo o Navarrevisca.
Bodegas: Bodegas Alto Alberche, Alfredo Maestro, Comando G.

    En el otro extremo se situaría la cuenca del Tiétar, la zona este de Gredos (Valle del Tiétar). Sus influencias son más mediterráneas y húmedas facilitando el pastoreo. Es el valle más lluvioso de todos llegando incluso a los 1.000 litros anuales de media en algunos pueblos.

Se sitúa parcialmente en Ávila pero incluye principalmente la zona del Real de San Vicente en la provincia de Toledo, Rozas de Puerto Real, Casillas, Sotillo la Adrada, Casavieja, Mijares, El Real de San Vicente, Gavilanes, Pedro Bernardo
Bodegas: Canopy, Jiménez-Landi, Comando G, Daniel Landi, Maldivinas.

    El Valle de Mombeltrán, puede considerarse una subzona del valle del Tiétar. Es la parte más occidental y lluviosa y está rodeada por un circo de montañas que le confieren unas características algo diferentes.

Pueblos: Mombeltrán, San Esteban del Valle, Santa Cruz del Valle, Villarejo del Valle, Cuevas del Valle.
Bodegas: Hasta ahora no hay nadie reseñable trabajando en estos pueblos.
Por último la zona media (Valle del Alberche), que es una combinación de las dos anteriores.
Pueblos: Cebreros, El Tiemblo, San Martín de Valdeiglesias, Cadalso de los Vidrios, Cenicientos y Rozas de Puerto Real
Bodegas: Telmo Rodríguez, Daniel Ramos, Bernabeleva, Marañones, Comando G, Daniel Landi, Miguel Santiago, 4 monos, Las Moradas de San Martín, Raúl Pérez, Canopy, Arrayán, Fabio Bartolomei (Ambiz), Maldivinas, Luis Saavedra, Rubén Díaz.
NOTA: clasificación descrita por Daniel G. Jiménez-Landi en mundovino

    Según un artículo escrito por Daniel, nos comentaba al respecto: “Y es que las viñas poco entienden de fronteras políticas y nada de comunidades autónomas. Y los vinos tampoco se deberían juzgar por ello sino por el paisaje que los crea”.

Características principales de la Sierra de Gredos

    La característica principal de la la Sierra de Gredos es la altitud; todos los viñedos se sitúan entre los 600 y los 1.100 metros de altura, lo que proporciona un frescor que equilibra los vinos, debido a que la tendencia de la “garnacha” (y en cierto extremo también del “albillo”, que es la blanca que allí encontramos) es a producir grados elevados que necesitan ser compensados por una buena acidez, conseguida gracias a la altitud en la que se encuentran las viñas.

    La “garnacha” es la variedad de referencia, sobretodo la “garnacha tinta”, aunque también se encuentran viñedos aislados con “garnacha peluda”. Dentro de las variedades blancas, nos encontramos a la autóctona “albillo real”, concentrada en el valle del Alberche, y genéticamente diferente de todos los demás albillos del país. Pero no es la única al cohabitar con la “garnacha gris” y la “garnacha blanca”.

    Los viejos viñedos existentes en la sierra hacen aún mas interesante el enclave, podados en vaso, que pasa por ser la forma tradicional de la zona.

    Otra característica importante es el tipo de suelo en Gredos, al ser de origen granítico con arenas degradadas en superficie. Son suelos ácidos con pH bajos. Sin embargo, de forma muy limitada, hay algunas viñas sobre suelo pizarroso en las laderas de El Tiemblo (Ávila) y de Cebreros (Ávila). El carácter diferente que otorgan estos dos suelos a los vinos es una de las riquezas que nos brinda el entorno.

    Otra particularidad importante de la Sierra de Gredos, es que cada una de las zonas produce vinos con características propias, cuyas diferencias a los bodegueros les interesan darlas a conocer. Su intención es reflejarlo en las etiquetas de sus vinos tanto la zona de la cual provienen, como incluso la población, al igual que hacen desde hace mucho tiempo en Borgoña. Este es el germen de la propuesta de la asociación para ser reconocidos como Denominación de Origen Sierra de Gredos.

    La opinión que he recogido en estas líneas de Daniel Jiménez-Landi sobre esta zona es bastante claro. Él se puede decir que es una persona autorizada y buen conocedor de la zona al trabajar en los viñedos de las tres subzonas que mencioné anteriormente, tanto con Comando G, como en su proyecto personal Daniel Jiménez-Landi Viticultor, como en su momento en la bodega familiar, la cual también posee viñedos en la zona de Méntrida.

    Si hacemos una pequeña comparación con Méntrida, su ubicación difiere claramente de las zonas anteriormente comentadas. Esta se encuentra en la parte de abajo de la Sierra de Gredos y su clima es totalmente diferente al tener menos altura, al ser más cálido y con un entorno natural totalmente diferente. Es una obviedad decir que toda la zona de Arganda y de Navalcarnero, nada tiene que ver con lo que hay en San Martín de Valdeiglesias y alrededores. Sin embargo, será Méntrida una de las que le pueden dar el nombre a la denominación de origen a la que pueden acogerse los vinos de la Sierra de Gredos, algo que les hará perder singularidad, potencial y añadirá confusión a los clientes finales, al englobar zonas tan diferentes, sin que estas posean características comunes.


Fuentes:
https://www.vinissimus.com/es/vinos/tinto/detalle_vino.html?id_vino=pebpi10