Añadas
1989, 1991, 1994, 1995, 1996 y 1998
El Vega
Sicilia Único se elabora mayoritariamente, con un 80 % de
uva "Tempranillo" y dependiendo de la añada, varía en el
porcentaje del restante 20% entre la uva "Cabernet Sauvignon"
y, de manera un tanto testimonial al rondar el 5%, de "Merlot".
Cata
añada 1989. Calificada por la DOC como Excelente
Producción
de 105.000 botellas
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Lo
encontramos apagado en
nariz,
que lástima¡¡. Cuando lo abrimos para su decantación, salió un
torbellino de aromas lo que nos hacía prometer momentos felices. Sin
embargo poco después, esta impresión se diluyó con el paso del
tiempo. Durante la cata, comentamos si fue esa decantación la que
provocó el apagón, habiendo sido mas prudente haberla realizado de
una manera mas suave, o incluso, servirlo directamente en la copa
como normalmente hacemos. Pero en fin, esto nos quedará
para el recuerdo.
Después
de su gran comienzo, no volvió a dar muestras de querer mostrar su
presunta calidad, se cerraba y se apagaba muchísimo tanto en nariz
como en boca.
En
boca,
su entrada tiene un toque licoroso dando paso a un tanino pulido y
final corto. No está al nivel de los demás. Esto no quiere decir
que es un mal vino, ni mucho menos¡¡¡ lo que ocurre en estos casos
es la comparación con el resto de la saga. Aún así, seguimos
encontrando características propias de los vinos "únicos"
como son su elegancia y su equilibrio. En definitiva, es un vino de
un nivel alto teniendo en cuenta, sobre todo, su edad.
La
conclusión final es
que ya no tenía mucha mas vida por delante, llegó a su ciclo final.
Hay que tener en cuenta que gran parte del prestigio de Vega
Sicilia se
basa en la botella, es decir, una botella de una determinada añada
puede ser esplendorosa y esa misma añada en otra, puede ocurrir lo
que nos pasó a nosotros.
Cata
añada 1991. Calificada por la DOC como Muy Buena
Producción
de 98.000 botellas
Fantástico
vino. Encontramos en él todo el prestigio de Vega Sicilia y
nada menos que con una producción de casi 100.000 botellas¡¡¡.
Este es el verdadero potencial de esta Bodega, no se basa en hacer
unas 3.000 botellas de un nivel excelente, que tampoco es
algo sencillo, sino que son capaces de hacer una producción
significativa logrando el mismo resultado.
Lo que mas me llamó la atención en este vino, es el equilibrio existente entre la madurez y la juventud después de 24 años. Esto me hace pensar que debemos valorar el vino no solo por su precio, que es alto, ni por su valor, que también lo es, ni por el número de botellas que son capaces de hacer con este nivel de calidad, sino también por algo que es muy significativo como es la longevidad del vino. Es realmente genial que después de mas de veinte años, se haya transformado en una experiencia inolvidable, algo que coloca a Vega Sicilia a la altura de las bodegas mas importantes del mundo, asignándoles un mérito al alcance de muy pocos. Todo ello debemos reconocer que es gracias, en gran medida, al trabajo y la sabiduría del gran Mariano García (presente como responsable de la bodega desde el año 1968 a 1998).
En
nariz, destaca
por su complejidad que proporcionaban la multitud de aromas sutiles,
no muy intensos y donde reina por encima de todo la armonía
aromática. Era un vino difícil de catar. No era una nariz
muy intensa pero si compleja y cambiante. Grosellas, cola, cierto
toque vegetal, mentolados, fruta roja, fruta negra (oliva) pero no
muy expresivo, era un compendio de aromas sutiles.
En
boca el
vino era espectacular. Entrada amable, con una acidez extraordinaria,
tanino sedoso, estructurado y potente. Persistente y muy largo con
bouquet a fruta negra y licor. A medida que se va abriendo aparece
bebida de cola y un final a fruta roja que sorprende, conviviendo con
otros aromas que denotan madurez. Una palabra que lo define
perfectamente es “elegancia”. Es muy sutil y el mas redondo, a mi
gusto, de todos los presentes. Es enormemente profundo y largo.
En
resumen, esta
botella refleja el porqué del prestigio de Vega
Sicilia.
Cata
añada
1994.
Calificada por la DOC como Muy Buena
Producción
de 96.000 botellas
En
nariz, como
en la añada anterior y debido a su complejidad aromática, hay que
buscar los aromas al no ser muy expresivo. Aparecen sutilmente
notas vegetales, mentolados y fruta roja.

La
entrada en boca no es que me emocionara pero si encuentro
la amabilidad, la estructura, elegancia, sedosidad y
complejidad propia de sus hermanos. Su paso por boca me
sorprendió gratamente por su viveza y fruta. Está totalmente
pulido, en perfecta evolución para tomar. El final es largo y
persistente donde se percibe fruta negra madura pero sin demasiada
evolución, es decir, en la justa medida para envolver y deslumbrar.
Le falta profundidad de máxima expresión como por ejemplo si la
encuentro en la añada 1991 al cual se parece bastante. De todas
maneras, sigo concediéndole la etiqueta de vino extraordinario, un
autentico placer.
Cata
añada
1995.
Calificada por la DOC como Excelente
Producción
de 88.000 botellas
Se
podría etiquetar como "Cambiante". Fue lo que marcó al
vino durante la cata y a mi particularmente me llamó positivamente
la atención. Lo que mas me gustó de este vino es como evolucionaba.
Fue de menos a mucho mas. En un principio no me gustaba nada,
esperaba muchísimo mas ya que estamos hablando de un Vega
Sicilia pero
poco a poco el vino iba cambiando, estaba vivo¡¡¡. Según
comentaba con Alfonso, "Esto
es lo que también define a los grandes vinos, con una evolución que
no te da todo desde un principio, sino que tienes que tener la
paciencia para disfrutar los cambios/del camino hasta llegar a su
cima final".
En definitiva, es como recorrer la vida "Lo
importante no es llegar, sino apreciar lo que te da el camino".
Aunque evolucionó fenomenalmente y me lo pasé muy bien viendo como
crecía hasta redondearse, no llegó al nivel de la añada del 91,
incluso diría que no se parece a los otros "únicos".
En
un primer momento aparecieron en
nariz aromas
lácticos con gran claridad, algo que particularmente no me parece
una virtud y mas si como en este caso, tapa la armonía del resto de
aromas. Sin embargo, con el paso del tiempo en copa, se tornó
complejo e iba desapareciendo este nubarrón, integrándose paso
a paso con el resto del "grupo".
Pero no todos los Vinómanos
compartíamos esta opinión y
mas concretamente Carlos, que resumía esta botella como "Buen
vino pero falto de la sutilidad y elegancia de los otros. No parece
un único. Lo dejo en último lugar."
En
resumen,
no fue el que mas me gustó pero si el que mas me divirtió.
Cata
añada
1996.
Calificada por la DOC como Excelente
Producción
de 88.000 botellas
Es
una botella que me abrió de par en par el corazón, verlo tan joven
y con tanto potencial uno se enternece, que le vamos a hacer. Todavía
joven para ser un Vega
Sicilia,
nos recordó a la gran mayoría del grupo, su parecido con la gran
añada del día de hoy, la del 91.

En
boca,
tiene notas evolucionadas y un tanto licoroso. También se
perciben los tostados y los torrefactos aportados por la crianza
en barrica, pero muy elegante, exquisito. Un vino opulento,
complejo, con un tanino presente pero pulido, una acidez que le
aporta un equilibrio y viveza solo al alcance de los vinos mas
grandes. De forma unánime comentamos que le faltaba un pelín de
equilibrio que le aportará un poco mas de tiempo en botella, para
que los tostados se integren perfectamente dentro del conjunto de
sensaciones y así, encontrarnos con un vinazo súper redondo.
Su final es muy persistente con bouquet a fruta negra, pero a medida
que pasaba el tiempo aparecía, increíblemente, fruta roja.
Tiene un final de boca basado en la complejidad. Salino.
En
resumen,
me emocionó.
Cata
añada 1998.
Calificada por la DOC como Muy Buena
Producción
de

En
nariz,
en un principio era muy similar a la añada del 96 donde
sobredestacaba la presencia de torrefactos y tostados, y de fondo
se intuía la fruta. Pero al igual que en el anterior,
fue abriéndose poco a poco y surgieron los aromas a cacao, cierto
toque vegetal, mentolados, aromas evolucionados pero muy
elegantes, fruta negra como arándanos rozando la compota, aceituna,
pimienta negra y con notas a barrica mas integradas en el vino.
En
boca,
evolucionado y licoroso, elegante, un tanino presente pero pulido
final muy persistente con fruta negra y una buena acidez. Salino.
Parecido al 96 pero para mi gusto menos espectacular.
En
resumen,
un gran presente y un mejor futuro.
Aunque
parezca una exageración, y después de casi 20 años, a
todos nos pareció que tanto la añada del 96 y como la del 98
les faltaba mas tiempo en botella para favorecer la evolución de los
aromas de madera para integrarse con el resto, haciendo un conjunto
armónico tanto en nariz como en boca.
Clasificación final:
Orden de Carlos de más a menos:
1991, 1996, 1998, 1989, 1994 y 1995Orden de Jorge de más a menos:
1994, 1991, 1995, 1998, 1996 y 1989
Orden de Alfonso de más a menos:
1994, 1995, 1991. 1996, 1998 y 1989
Orden de Juan de más a menos:
1991, 1995, 1994, 1996, 1989 y 1998
Orden de Diego de más a menos:
1991, 1995, 1996, 1994, 1989 y 1998
Orden de Iván de más a menos:
1991, 1996, 1994, 1995, 1998 y 1989