lunes, 4 de mayo de 2015

Vertical de Vega Sicilia Único

Añadas 1989, 1991, 1994, 1995, 1996 y 1998

    El Vega Sicilia Único se elabora mayoritariamente, con un 80 % de uva "Tempranillo" y dependiendo de la añada, varía en el porcentaje del restante 20% entre la uva "Cabernet Sauvignon" y, de manera un tanto testimonial al rondar el 5%, de "Merlot". 


Cata añada 1989. Calificada por la DOC como Excelente

Producción de 105.000 botellas

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Lo encontramos apagado en nariz, que lástima¡¡. Cuando lo abrimos para su decantación, salió un torbellino de aromas lo que nos hacía prometer momentos felices. Sin embargo poco después, esta impresión se diluyó con el paso del tiempo. Durante la cata, comentamos si fue esa decantación la que provocó el apagón, habiendo sido mas prudente haberla realizado de una manera mas suave, o incluso, servirlo directamente en la copa como normalmente hacemos. Pero en fin, esto nos quedará para el recuerdo.
    Después de su gran comienzo, no volvió a dar muestras de querer mostrar su presunta calidad, se cerraba y se apagaba muchísimo tanto en nariz como en boca.


    En boca, su entrada tiene un toque licoroso dando paso a un tanino pulido y final corto. No está al nivel de los demás. Esto no quiere decir que es un mal vino, ni mucho menos¡¡¡ lo que ocurre en estos casos es la comparación con el resto de la saga. Aún así, seguimos encontrando características propias de los vinos "únicos" como son su elegancia y su equilibrio. En definitiva, es un vino de un nivel alto teniendo en cuenta, sobre todo, su edad.

    La conclusión final es que ya no tenía mucha mas vida por delante, llegó a su ciclo final. Hay que tener en cuenta que gran parte del prestigio de Vega Sicilia se basa en la botella, es decir, una botella de una determinada añada puede ser esplendorosa y esa misma añada en otra, puede ocurrir lo que nos pasó a nosotros.


Cata añada 1991. Calificada por la DOC como Muy Buena
Producción de 98.000 botellas

    Fantástico vino. Encontramos en él todo el prestigio de Vega Sicilia y nada menos que con una producción de casi 100.000 botellas¡¡¡. Este es el verdadero potencial de esta Bodega, no se basa en hacer unas 3.000 botellas de un nivel excelente, que tampoco es algo sencillo, sino que son capaces de hacer una producción significativa logrando el mismo resultado. 



     Lo que mas me llamó la atención en este vino, es el equilibrio existente entre la madurez y la juventud después de 24 años. Esto me hace pensar que debemos valorar el vino no solo por su precio, que es alto, ni por su valor, que también lo es, ni por el número de botellas que son capaces de hacer con este nivel de calidad, sino también por algo que es muy significativo como es la longevidad del vino. Es realmente genial que después de mas de veinte años, se haya transformado en una experiencia inolvidable, algo que coloca a Vega Sicilia a la altura de las bodegas mas importantes del mundo, asignándoles un mérito al alcance de muy pocos. Todo ello debemos reconocer que es gracias, en gran medida, al trabajo y la sabiduría del gran Mariano García (presente como responsable de la bodega desde el año 1968 a 1998).

    En nariz, destaca por su complejidad que proporcionaban la multitud de aromas sutiles, no muy intensos y donde reina por encima de todo la armonía aromática. Era un vino difícil de catar. No era una nariz muy intensa pero si compleja y cambiante. Grosellas, cola, cierto toque vegetal, mentolados, fruta roja, fruta negra (oliva) pero no muy expresivo, era un compendio de aromas sutiles.

   En boca el vino era espectacular. Entrada amable, con una acidez extraordinaria, tanino sedoso, estructurado y potente. Persistente y muy largo con bouquet a fruta negra y licor. A medida que se va abriendo aparece bebida de cola y un final a fruta roja que sorprende, conviviendo con otros aromas que denotan madurez. Una palabra que lo define perfectamente es “elegancia”. Es muy sutil y el mas redondo, a mi gusto, de todos los presentes. Es enormemente profundo y largo.

    En resumen, esta botella refleja el porqué del prestigio de Vega Sicilia.


Cata añada 1994. Calificada por la DOC como Muy Buena
Producción de 96.000 botellas

    En nariz, como en la añada anterior y debido a su complejidad aromática, hay que buscar los aromas al no ser muy expresivo. Aparecen sutilmente notas vegetales, mentolados y fruta roja.



   La entrada en boca no es que me emocionara pero si encuentro la amabilidad, la estructura, elegancia, sedosidad y complejidad propia de sus hermanos. Su paso por boca me sorprendió gratamente por su viveza y fruta. Está totalmente pulido, en perfecta evolución para tomar. El final es largo y persistente donde se percibe fruta negra madura pero sin demasiada evolución, es decir, en la justa medida para envolver y deslumbrar. Le falta profundidad de máxima expresión como por ejemplo si la encuentro en la añada 1991 al cual se parece bastante. De todas maneras, sigo concediéndole la etiqueta de vino extraordinario, un autentico placer. 



Cata añada 1995. Calificada por la DOC como Excelente
Producción de 88.000 botellas

    Se podría etiquetar como "Cambiante". Fue lo que marcó al vino durante la cata y a mi particularmente me llamó positivamente la atención. Lo que mas me gustó de este vino es como evolucionaba. Fue de menos a mucho mas. En un principio no me gustaba nada, esperaba muchísimo mas ya que estamos hablando de un Vega Sicilia pero poco a poco el vino iba cambiando, estaba vivo¡¡¡. Según comentaba con Alfonso, "Esto es lo que también define a los grandes vinos, con una evolución que no te da todo desde un principio, sino que tienes que tener la paciencia para disfrutar los cambios/del camino hasta llegar a su cima final". En definitiva, es como recorrer la vida "Lo importante no es llegar, sino apreciar lo que te da el camino". Aunque evolucionó fenomenalmente y me lo pasé muy bien viendo como crecía hasta redondearse, no llegó al nivel de la añada del 91, incluso diría que no se parece a los otros "únicos".

    En un primer momento aparecieron en nariz aromas lácticos con gran claridad, algo que particularmente no me parece una virtud y mas si como en este caso, tapa la armonía del resto de aromas. Sin embargo, con el paso del tiempo en copa, se tornó complejo e iba desapareciendo este nubarrón, integrándose paso a paso con el resto del "grupo". Pero no todos los Vinómanos compartíamos esta opinión y mas concretamente Carlos, que resumía esta botella como "Buen vino pero falto de la sutilidad y elegancia de los otros. No parece un único. Lo dejo en último lugar."

    En resumen, no fue el que mas me gustó pero si el que mas me divirtió.



Cata añada 1996. Calificada por la DOC como Excelente
Producción de 88.000 botellas

      Es una botella que me abrió de par en par el corazón, verlo tan joven y con tanto potencial uno se enternece, que le vamos a hacer. Todavía joven para ser un Vega Sicilia, nos recordó a la gran mayoría del grupo, su parecido con la gran añada del día de hoy, la del 91.


     En nariz, recién servido destacaban elegantes tostados y torrefactos con notas de fruta de fondo. A medida que se va abriendo se torna un aroma mas equilibrado y aparecen además cacao, cierto toque vegetal, aromas evolucionados pero muy elegantes, fruta negra, aceituna y pimienta negra. Las notas de barrica van perdiendo protagonismo con el paso del tiempo en favor de la fruta.

    En boca, tiene notas evolucionadas y un tanto licoroso. También se perciben los tostados y los torrefactos aportados por la crianza en barrica, pero muy elegante, exquisito. Un vino opulento, complejo, con un tanino presente pero pulido, una acidez que le aporta un equilibrio y viveza solo al alcance de los vinos mas grandes. De forma unánime comentamos que le faltaba un pelín de equilibrio que le aportará un poco mas de tiempo en botella, para que los tostados se integren perfectamente dentro del conjunto de sensaciones y así, encontrarnos con un vinazo súper redondo. Su final es muy persistente con bouquet a fruta negra, pero a medida que pasaba el tiempo aparecía, increíblemente, fruta roja. Tiene un final de boca basado en la complejidad. Salino.

    En resumen, me emocionó.


Cata añada 1998. Calificada por la DOC como Muy Buena
Producción de




 En nariz, en un principio era muy similar a la añada del 96 donde sobredestacaba la presencia de torrefactos y tostados, y de fondo se intuía la fruta. Pero al igual que en el anterior, fue abriéndose poco a poco y surgieron los aromas a cacao, cierto toque vegetal, mentolados, aromas evolucionados pero muy elegantes, fruta negra como arándanos rozando la compota, aceituna, pimienta negra y con notas a barrica mas integradas en el vino.

     En boca, evolucionado y licoroso, elegante, un tanino presente pero pulido final muy persistente con fruta negra y una buena acidez. Salino. Parecido al 96 pero para mi gusto menos espectacular.

    En resumen, un gran presente y un mejor futuro.


    Aunque parezca una exageración, y después de casi 20 años, a todos nos pareció que tanto la añada del 96 y como la del 98 les faltaba mas tiempo en botella para favorecer la evolución de los aromas de madera para integrarse con el resto, haciendo un conjunto armónico tanto en nariz como en boca.

Clasificación final:

Orden de Carlos de más a menos:
1991, 1996, 1998, 1989, 1994 y 1995

Orden de Jorge de más a menos:
1994, 1991, 1995, 1998, 1996 y 1989

Orden de Alfonso de más a menos:
1994, 1995, 1991. 1996, 1998 y 1989

Orden de Juan de más a menos:
1991, 1995, 1994, 1996, 1989 y 1998

Orden de Diego de más a menos:
1991, 1995, 1996, 1994, 1989 y 1998

Orden de Iván de más a menos:
1991, 1996, 1994, 1995, 1998 y 1989